
La ciudad de Girona se ha hecho mundialmente famosa gracias a Juego de Tronos. Varios capítulos de la sexta temporada de esa mítica serie han aprovechado diferentes localizaciones de esta bonita ciudad. Pero, mucho antes de la llegada del serial de televisión, Girona ya era muy conocida por la belleza y armonía de su urbanismo y por sus destacados monumentos. También por la escenografía que regalan a la ciudad los ríos que la atraviesan: el Ter y, sobre todo, el Oñar (Onyar). Y entre los más gastrónomos, Girona es conocida por ser la sede de uno de los mejores restaurantes del mundo (si no el mejor): El Celler de Can Roca.
- Baños árabes
- Puentes de Girona
- Casas del Oñar
- La Catedral de Girona
- Iglesia de Feliu
- El Call
- Portal de Sobreportes
- Sant Pere de Galligants
- Pujada de Sant Domènec
- Museo de Arqueología de Cataluña
- Museo de Arte de Girona
- Qué más puedes hacer en Girona
- Dónde comer en Girona
- Mejores hoteles en Girona
Qué ver en Girona
Girona es una ciudad perfecta para el paseo. Por su reducido tamaño y por la tranquilidad que se respira en la mayor parte de su casco urbano. Y, sobre todo, por la autenticidad que desprenden sus calles y plazas. Muchas de sus casas, mansiones y centros religiosos preservan su fisonomía medieval de una forma admirable. Estos son algunos de los lugares más recomendables para visitar en Girona:
Baños árabes
De estilo románico, fueron utilizados como baños públicos entre el siglo XI y el siglo XV, siguiendo el modelo de este tipo de instalaciones tanto en el mundo romano como musulmán y judío.
Puentes de Girona
Probablemente, el más escenográfico es el de Les Peixateries Velles (o de Eiffel), que fue realizado por la empresa del célebre ingeniero francés.

Les Peixateries Velles
Casas del Oñar
Pintadas de colores y ribereñas a ese río son, junto con la Catedral y la torre de la basílica de Sant Feliu, la imagen más representativa de la ciudad. Fueron levantadas a lo largo del siglo XX.
La Catedral de Girona
Pero si hay un monumento que destaque sobre todos en Girona, esa es la Catedral. Antes de entrar en el templo llama poderosamente la atención su enorme escalinata. Escenario, por cierto, de una de las secuencias más conocidas de la serie Juego de Tronos.
La Catedral se construyó entre los siglo XI y XVIII, aunque buena parte de su fisonomía corresponde al siglo XIV. En ese momento se hizo cargo de la reforma del templo el arquitecto Guillermo Bofill, que dotó al templo con una única nave de una imponente altura.
Tan impresionante como la iglesia es el claustro, realizado en el siglo XII. Llama la atención, sobre todo, por su planta irregular y por la riqueza de sus capiteles. En ellos (una rareza en el Románico) aparecen escenas de los propios maestros artesanos durante los trabajos de construcción de este centro religioso.
También muy significativa es la Torre de Carlomagno, que fue el campanario del templo románico. De estilo lombardo, con la reforma gótica pasó a convertirse en uno de los contrafuertes que sustentan la nave de la Catedral gerundense.
Así que, anímate a subir sus 90 escalones para acercarte a la impresionante fachada de estilo barroco de la catedral y adentrarte en su interior y descubrir, en el museo del templo, el singular tapiz románico de la Creación del siglo XI. Dicen, además, que la nave gótica de la catedral es la más ancha del mundo en su estilo. Tampoco te pierdas esos detalles únicos que hacen tan especial su claustro, su altar mayor y sus capillas.

Catedral de Girona
Iglesia de Sant Feliu
Destacado templo entre el Románico y el Gótico, que llama la atención por su espigada torre-campanario. También tiene una interesante portada barroca (siglo XVIII).
El Call
Es el barrio judío y se trata de un auténtico laberinto de callejones y plazuelas que preservan su esencia medieval. Está considerada como una de las juderías mejor conservadas del mundo.
Murallas
En la Edad Media se ampliaron las murallas existentes levantadas por los romanos. Hoy el paseo de ronda por su perímetro es una de las experiencias más gratificantes de la ciudad de Girona.
Portal de Sobreportes
Es el nombre con que se conoce la puerta norte de la muralla romana. El lado que da a la catedral cuenta con una figura de la Virgen en lo alto a la que, durante la Edad Media, iban a rezar los prisioneros antes de ser ejecutados. Al otro lado se pueden ver dos torres cilíndricas que datan del siglo XIV.
Sant Pere de Galligants
Se trata de un antiguo monasterio benedictino (siglo XII), que preserva la belleza de su iglesia y su claustro. Con la cercana capilla de San Nicolau conforman uno de los conjuntos románicos más espectaculares de Cataluña.
Pujada de Sant Domènec
Esta singular calle escalonada, ubicada en el Barrio Antiguo, forma parte de uno de los rincones más bonitos de Girona. Tiene como vecinos el Palacio Renacentista de Calemany, el Palacio de los Agullana y la iglesia barroca-neoclásica de Sant Martí Sacosta. En esta calle se grabaron varias escenas de la película “El perfume. Historia de un asesino”, que dirigió el también actor alemán Tom Tykwer.
Museo de Arqueología de Cataluña
Ubicado en el número 8 del Carrer de Santa Llúcia, este museo fue fundado en 1846, lo que le convierte en uno de los más antiguos de Cataluña. En su interior se encuentran, por ejemplo, los materiales arqueológicos hallados en las excavaciones de varios yacimientos de las comarcas de Girona, en particular de Empúries y de la propia Girona, desde la Prehistoria hasta la Edad Media.
Este museo tuvo varias localizaciones hasta que en 1857 recaló en el monasterio de Sant Pere de Galligants, concretamente en el espacio de la iglesia y el claustro románicos. También ocupa el sobreclaustro construido en la segunda mitad del siglo XIX.
Museo de Arte de Girona
Fundado en el año 1976 en el antiguo Palacio Episcopal, el Museo de Arte de Girona es el resultado de la fusión de dos importantes colecciones: la del Museo Diocesano de Girona y la del Museo Provincial de Antigüedades y Bellas Artes.
Este museo también gestiona el patrimonio del Antiguo Hospital de Santa Catalina, que cuenta con una de las farmacias hospitalarias mejor conservadas de Europa. Por ejemplo, conserva una colección de más de 300 tarros de cerámica blanca vitrificada, fechados entre los siglos XVII y XVIII, además de morteros, frascos de vidrio soplado y recipientes de madera, además de un biblioteca con numerosos tratados relacionados con la medicina desde la Edad Media hasta mediados del siglo XX.